La broma de la Copa

Carles Ferrés

Durante este mes de enero se va a disputar en buena parte todo el cuadro final de la Copa del Rey, disputándose esta semana la ida de los cuartos de final. Esta competición podemos decir que ha renacido en los últimos cinco años ya que los principales equipos de la Liga BBVA se la han vuelto a creer, o eso nos hacen creer. La resurrección empezó en el 2009, cuando estaba prácticamente olvidada y F.C. Barcelona y Ahtletic Club de Bilbao se clasificaron para la final. ¡Peligro, peligro! ¡Los separatistas catalanes y vascos disputando la final de la competición del monarca! Llevábamos años que nadie le daba interés y cuando dos equipos cuyas aficiones, en general, tienen una ideología diferente hay que preservar a Juan Carlos, la monarquía y España. Como diría el expresidente Laporta, ¡Al loro!

Y a las aficiones no les gustará, pero les gusta, y si la ganan, se emborrachan de orgullo y onda satisfacción e incluso salen a la calle a celebrarlo. En 2011 y 2012 también la cuestión política tuvo casi más interés que el partido, ayudando siempre al interés por el deporte rey.

Sabéis, este no es el problema de base. El problema es que este torneo hace tiempo que ha caducado, tanto el modelo como su peso para los dirigentes de los equipos punteros.

¡Es maravilloso ver estadios de 40.000 y 50.000 espectadores con 5.000 oportunistas viendo un partido entre equipos de 1ª y Segunda B! ¡Es gratificante acudir a las 22 horas un 22 de diciembre gélido en Valladolid para ver que tu equipo ya ha ganado o perdido la eliminatoria desde principios de noviembre! ¡Y para qué tratar de hacer una única sede, en el campo más grande, o en la capital, o decidir con varios meses vista el escenario de la final cuando se puede decidir tres semanas antes! Este es el carácter  español de tratar los temas: tarde y mal, siempre.

Y cuando tienen buenas ideas, bueno, más bien buenos modelos que copiar, como el sistema de la FA CUP inglesa, los grandes clubes se oponen porque pueden quedar eliminados a las primeras de cambio. ¡Anda! Algún gran equipo suele llegar a la final en Inglaterra, ¿cómo lo harán? ¿Usarán magia negra? Cuando le quieran dar emoción con un nuevo formato que nos manden un telegrama, como marcan sus cánones, que hay muchos que tenemos propuestas más propias del siglo XXI.