jueves, 17 de enero de 2013

Detenidos varios integrantes de la Asociación del Rifle tras intentar hacer fuego con la catedral de Winchester


Jesús de Castro
Antes de entregarse pusieron como condición salir desfilando al compás del gangman style

Ha ocurrido la pasada madrugada en la tranquila localidad británica de Winchester, cuya catedral está considerada como la de mayor longitud y más dilatada historia entre las europeas. Amparados en la esquiva penumbra que precede al amanecer, un grupo de unos 20 tiradores de élite, pertenecientes a la NRA (National Riffle Association) de Estados Unidos han tomado posiciones en varios puntos neurálgicos del templo y sus alrededores, reduciendo al diácono que yacía placenteramente junto a su ama de llaves y haciéndose fuertes en la cripta.

A las 06:30 am, los vecinos de Winchester despertaban sobresaltados por el estruendo procedente de las torres de la catedral, cuya megafonía largaba a todo decibelio un combinado letal de “la balada de los boinas verdes” y “Viva la gente (armada)”. Dos horas después el Ejército británico y La Royal Navy formaban un perímetro de seguridad, evacuaban a la población civil y desplazaban un negociador hasta la zona, nombramiento que recayó en el irlandés Bono a cambio de ser nombrado niño, novia y celebrante, en todos los BBC (bautizos bodas y comuniones) de los próximos 50 años.


Según se ha conocido posteriormente, el grupo invasor estaba al mando del sargento York, quien se dirigió acompañado de dos chusqueros de su confianza hasta el altar mayor, para buscar y accionar el mecanismo de disparo. Al no conseguirlo trató de emborracharse con agua bendita. Advertido por sus soldados de un posible error en el objetivo elegido exclamó, según testigos presenciales: “Si de verdad es Winchester, conseguiré dispararlo, ninguno se me resiste”.

La moral de los asaltantes comenzaba a flaquear dos horas después, al comprobar que habían perdido los donuts en la penúltima rotonda. Afectados por la falta de azúcar se vieron reducidos a utilizar la megafonía, lanzando mensajes conciliadores: “somos demócratas y cosmopolitas, nos gusta disparar un AR15 lo mismo que un Kalashnikov”. El propio Bono confirmaría más tarde que la negociación, una vez el sargento York se puso a dormir la mona, había discurrido satisfactoriamente: “Déjenme decirles que se trata de buenos ciudadanos, que llaman a sus congresistas, escriben, votan, pagan sus impuestos y luchan por conseguir lo que quieren. Incluso me han permitido bajar las manos al terminar la negociación”.

 El acuerdo se cerró y selló sobre la tumba del rey Canuto. Los asaltantes abandonaron la catedral coincidiendo con las campanadas de las 12 o’clock, al ritmo de Gangnam Style (este apartado fue el más duro de consensuar, reconocieron,) en dirección al pub más cercano, donde fueron atendidos, perdón, detenidos. Poco después el gobierno USA fletaba un avión especial pilotado por Ronal McDonald, que les ha devuelto sin mayores percances al paraíso de la segunda enmienda.

Quienes han salido realmente malparados han sido los sufridos vecinos de Winchester, que ha perdido ya el 45% de su población. El ejército ha reconocido que otra condición planteada por Bono para intervenir como negociador, era la de difundir por megafonía la música de U2 con cada toque de campana, hasta el año 2025. Fuentes próximas a la curia de Winchester aseguran que el rey Canuto, desesperado, ha salido de su tumba pidiendo “algo más fuerte”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario