Jesús
de Castro
Antes
de entregarse pusieron como condición salir desfilando al compás del gangman
style
Ha ocurrido la pasada madrugada en la tranquila
localidad británica de Winchester, cuya catedral está considerada como la de
mayor longitud y más dilatada historia entre las europeas. Amparados en la
esquiva penumbra que precede al amanecer, un grupo de unos 20 tiradores de
élite, pertenecientes a la NRA (National Riffle Association) de Estados Unidos han tomado
posiciones en varios puntos neurálgicos del templo y sus alrededores,
reduciendo al diácono que yacía placenteramente junto a su ama de llaves y haciéndose
fuertes en la cripta.
A las 06:30 am, los vecinos de Winchester
despertaban sobresaltados por el estruendo procedente de las torres de la
catedral, cuya megafonía largaba a todo decibelio un combinado letal de “la
balada de los boinas verdes” y “Viva la gente (armada)”. Dos horas después el
Ejército británico y La Royal Navy formaban un perímetro de seguridad,
evacuaban a la población civil y desplazaban un negociador hasta la zona,
nombramiento que recayó en el irlandés Bono a cambio de ser nombrado niño,
novia y celebrante, en todos los BBC (bautizos bodas y comuniones) de los
próximos 50 años.
Según se ha conocido posteriormente, el grupo
invasor estaba al mando del sargento York, quien se dirigió acompañado de dos
chusqueros de su confianza hasta el altar mayor, para buscar y accionar el
mecanismo de disparo. Al no conseguirlo trató de emborracharse con agua
bendita. Advertido por sus soldados de un posible error en el objetivo elegido
exclamó, según testigos presenciales: “Si de verdad es Winchester, conseguiré
dispararlo, ninguno se me resiste”.
La moral de los asaltantes comenzaba a flaquear dos
horas después, al comprobar que habían perdido los donuts en la penúltima
rotonda. Afectados por la falta de azúcar se vieron reducidos a utilizar la
megafonía, lanzando mensajes conciliadores: “somos demócratas y cosmopolitas,
nos gusta disparar un AR15 lo mismo que un Kalashnikov”. El propio Bono
confirmaría más tarde que la negociación, una vez el sargento York se puso a
dormir la mona, había discurrido satisfactoriamente: “Déjenme decirles que se
trata de buenos ciudadanos, que llaman a sus congresistas, escriben, votan,
pagan sus impuestos y luchan por conseguir lo que quieren. Incluso me han
permitido bajar las manos al terminar la negociación”.
El acuerdo
se cerró y selló sobre la tumba del rey Canuto. Los asaltantes abandonaron la
catedral coincidiendo con las campanadas de las 12 o’clock, al ritmo de Gangnam
Style (este apartado fue el más duro de consensuar, reconocieron,) en dirección
al pub más cercano, donde fueron atendidos, perdón, detenidos. Poco después el
gobierno USA fletaba un avión especial pilotado por Ronal McDonald, que les ha
devuelto sin mayores percances al paraíso de la segunda enmienda.
Quienes han salido realmente malparados han sido
los sufridos vecinos de Winchester, que ha perdido ya el 45% de su población. El
ejército ha reconocido que otra condición planteada por Bono para intervenir
como negociador, era la de difundir por megafonía la música de U2 con cada
toque de campana, hasta el año 2025. Fuentes próximas a la curia de Winchester
aseguran que el rey Canuto, desesperado, ha salido de su tumba pidiendo “algo
más fuerte”.
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