jueves, 21 de febrero de 2013

Doctor Rubi y Míster Solana, o la esquizofrenia del PSOE

Sus cuerpos dicen "todo va bien". Un rictus que ya da señales de flaqueza.
Javier Caudet
El sábado el PSOE inauguró sus “diálogos con la ciudadanía” (aunque a mí no me llamaron, no sé a vosotros) hablando sobre Europa. El encuentro sirvió para escenificar una divertida controversia intrasocialista. En un lado del ring Rubi y la Valenciano; al otro lado dos pesos pesados de las instituciones europeas, Solana y Almunia. Comenzaron el ataque Rubi y Valen echando leña a un fuego que vienen avivando desde el ay ay ay que supuso estar al borde del rescate total de España hace unos seis meses. Sale muy caro pertenecer a Europa desde el sur; Europa no nos quiere, solo nos regaña; crece el euroescepticismo, el sueño europeo convertido en pesadilla; son algunas de las saudades que lloraban los jefes del aparato sociata nacional. Aunque no por ello renuncian a su europeísmo y, es más, presentan reformas de hondo calado para desatascar la crisis política en el viejo continente, como por ejemplo pasar a llamarse PSE (por europeo)-PSOE. Ahí es nada. 


A este ni contigo ni sin ti respondió el ex alto representante para la Política Exterior Europea, Javier Solana, quien afeó a sus correligionarios el uso de los términos “imposición” y “dictadura de la troika”. Les espetó que más vale dejar de preguntarse si Europa nos quiere y ser más “serios” y “maduros” para ser más fuertes en la UE. Contraatacó Rubi señalando la desafección hacia las instituciones europeas debido a deficiencias democráticas, en concreto al poco control del Parlamento europeo sobre la Comisión. Respondió esta vez el comisario Almunia diciendo que se siente más controlado por el Parlamento europeo que cuando formaba parte del gobierno de Felipe González con mayoría absoluta en el Congreso (zas, en toda la boca). Dio Almunia la puntilla señalando que tal desafección hacia la UE es la misma que sienten los ciudadanos hacia las instituciones nacionales.
Esta controversia a micro abierto podría ser una representación de dos visiones desde distintas perspectivas. Solana y Almunia, ascendidos a los cielos de la Unión, al prestigio y la distancia, deben andar por los pasillos de Bruselas intentando explicar las peculiaridades de España, cabizbajos y (espero) rememorando su papel en tan peculiar trayectoria. Y es que los ascendidos lo son desde el suelo que ahora y aún pisa Rubalcaba. Así, los ascendidos hacen gala de un realismo pragmático y afean la demagogia de los socialistas españoles.

Por su parte los socialistas españoles se escudan en que han de hacerse eco del descontento de la ciudadanía y en que tienen que lidiar con los recortes en suelo patrio. Eso de hacerse eco suena muy bien, pero las leyes físicas del sonido deben funcionar a su manera en el PSOE, ya que el eco de la lucha contra los desahucios les llegó un poco tarde. No es de extrañar entonces que en la manifestación convocada por la PAH el mismo sábado, el eurosocialista López Aguilar y la fulgurante new star de las juventudes, Beatriz Talegón, tuvieran que salir escoltados por la Policía de una manifestación a la que las mínimas normas de decoro y respeto a la inteligencia  de los ciudadanos desaconsejaban presentarse.

El PSOE, entre lo poco que puede gobernar y los pocos votos que le quedan por perder, anda jugando a esto de ser el eco de la ciudadanía, que también puede traducirse como no perder más votos por la izquierda. Pero, ¡ay! como el PP se desmorone, ¡ay! como suba UPyD. Entonces habrá que volver a la lucha por el centro, y hacer tantas piruetas ideológicas en tan corto periodo de tiempo puede ser fatal para la salud de un señor mayor como es Rubalcaba.

Es lo que tiene la política moderna. Gastas tanto tiempo y recursos en saber lo que quiere (o de lo que se queja más bien) la masa ignorante, que no puedes articular tu propio discurso político, convirtiéndote en una especie de caja de resonancia vacía en la que distintos ecos, incluso contradictorios, van y vienen. Esperemos que si la ciudadanía española opta en masa por vestir una extraña mezcla estética de chalecos fluorescentes, gorros tiroleses, botas de agua y tanga por encima del pantalón, el PSOE no se sienta obligado a hacerse eco.

¿De qué os gustaría que se hiciese eco el PSOE? ¿No creéis que si Solana pide seriedad, lo primero que tendría que hacer es llevarse a Rubalcaba a Bruselas y arrinconarlo en algún despacho?  

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